Las presentaciones sobran.
El Cabararet Voltaire reabre sus puertas; y con eso es más que suficiente.
Lo que surge a continuación, es la pregunta directa y sencilla: ¿Por qué seguir este blog y no otro de los miles de miles de millones que hay en la red? ¿De poesía además? Si mi vecino del tercero tiene otro y escribe muy bien. ¿Por qué tengo seguirlo entonces?
La respuesta, igual de sencilla y directa. No lo sigas si no quieres.
¿Qué podemos ofrecer? Nada, o casi nada. Pensamientos. Ideas. Opiniones. Algo que poco a poco irá saliendo a luz.
Mientras tanto, sigamos con esto.
Como en todo cabaret que se precie, no falta un ambiente: la decadencia en la que nos movemos. Un juego de luces que seduzcan al espectador: los claroscuros de los que surgen nuestras ideas. Y cómo no, señoritas que ofrezcan sus servicios; y en relación a eso, lo único que podemos decir es que aquí, en nuestro cabaret, la prostitución de las ideas no está al uso. Así que quien busque eso, la prostitución de las ideas, que busque otro lugar; o simplemente que encienda la tele.
Dicho todo esto, quedan todos invitados (e invitadas) a la próxima reapertura del Cabaret Voltaire.
Esperemos que todo cuanto vean, oigan, sientan y padezcan en esta página sea de su agrado.
--seguiremos informando--
